Juan 1:1 «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.»
El verbo o más bien la vibración de nuestras palabras junto con nuestra intención tienen un enorme poder creador, y ese poder creador es justamente al que se refiere Juan, con el que Dios hizo todas las cosas, a través de la vibración del sonido y de su intención. Y cuando se dice que Dios creó al hombre a imagen y semejanza suya se refiere a que le confirió el poder de co-crear con él, con sus palabras y su intención. Pero no somos conscientes de ese gran poder que todos poseemos, porque no es muy evidente; no dices hágase la luz y ésta se hace como hizo Dios en la creación, más bien es al contrario; dices «hágase el coche o la casa de mis sueños» y no parece materializarse así de una forma instantánea,